Ingredientes
1 vaso de leche condensada desnatada
2 vasos de leche semidesnatada
4 huevos
Peladuras de una naranja sin nada 'blanco'
Un pizca de vainilla en polvo
Zumo de media naranja
3 cucharadas de azúcar
En primer lugar vamos a hacer el caramelo. Si sois comodones, podéis usar el que se compra hecho, pero es que para mi gusto amarga demasiado. Así me gusta el caramelo más 'rubio', y tampoco tiene misterio hacerlo.
En una sartén vieja colocar el azúcar con el zumo de naranja y calentar a fuego medio, sin parar de darle vueltas con una cuchara, durante unos 7 u 9 minutos. Iréis viendo cómo va cambiando de color, se va tostando y ya espesando. Primero le veréis una espuma blanca, y luego cuando ya desaperecen las pompas, cambia de color y está casi listo. Yo lo dejo un poco anaranjado, porque marrón oscuro amarga. Sí, yo era de esas que le quitaba la parte oscura a los flanes, así que ahora que los hago preparo el caramelo a mi gusto.
Con mucho cuidado, cuando ya tenga el punto adecuado, echad el caramelo sobre el molde del flan que vayáis a usar. Aunque no lo parezca, el caramelo quema muchísimo, ni se os ocurra meter el dedo para probarlo.
Para limpiar la sartén sólo tenéis que dejarla un buen rato en agua, el azúcar se disolverá y quedará perfecta.
En un cazo colocad la leche semidesnatada, con las pieles de naranja y la vainilla en polvo. Calentad unos 10 minutos a fuego muy suave, para que la leche tome algo del sabor de la naranja, y dejad enfriar.
En un bol amplio batid los huevos, añadid la leche condensada y la leche bien colada. Mezclad bien, a mano, sin la batidora.
Toda esta mezcla se vuelca sobre el molde del flan y se cuece al baño María en el horno durante 1 hora, a 160ºC. Antes de retirarlo del horno, comprobad que está cuajado, y dejadlo enfriar totalmente antes de meterlo en el frigorífico. Es mejor si lo desmoldáis al día siguiente, no sea que al final os comáis una natillas desparramadas.
¡Qué rico, fresquito! Si lo queréis más clásico, podéis eliminar la naranja y os queda un flan de huevo de toda la vida.