lunes, 14 de diciembre de 2015

Pollo con salsa de mandarina

Tenía en casa unas mandarinas que estaban empezando a ponerse pochas, así que me puse a investigar qué hacer con ellas. La primera opción era algún postre, pero las cremas que encontraba eran con mantequilla, un poco pesadas. Así que al final decidí hacer una salsa de mandarinas para el pollo. ¿No es tan famoso el pato a la naranja? Pues yo pollo a la mandarina, más de andar por casa.


Ingredientes para 4 personas



1/2 pollo troceado
Harina para frituras
1 Cebolla grande
1 Vaso de zumo de mandarinas
1/2 Vaso de vino blanco
1/2 Vaso de agua
1 Cucharada sopera de salsa de soja
Almendras peladas y crudas
Sal, pimienta, chile en polvo
Aceite de oliva virgen extra



Calentad un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén, a fuego medio.

Salad los trozos de pollo y pasad por un poco de harina. Retirad bien el exceso de harina y freid el pollo en el aceite, hasta que esté dorado.

Reservad los trozos de pollo frito en una cazuela amplia.

Cortad la cebolla en trozos grandes y sofreid en la misma sartén, hasta que tome algo de color.

Escurrid bien la cebolla y añadid a la cazuela.

Poned la cazuela a fuego suave, y añadid el zumo de mandarina, el vino blanco, y el agua, la salsa de soja y las almendras. Poner al punto de sal y pimienta, y si os gusta, añadid un poco de chile en polvo, para darle un toque picante.

Tapad la cazuela y dejad cocinar a fuego suave durante 40 minutos. Removed de vez en cuando los trozos de pollo, para que no se agarren al fondo.

Servid con un poco de arroz blanco hervido. Como consejo, casi mejor usar trozos de pollo que no sean muy secos (claro que eso ocurre con todas las recetas de pollo, mejor muslos que pechuga).

jueves, 10 de diciembre de 2015

Ensalada rúcula, mozzarella y tomate seco

Ayer mismo encargué en el carnicero la cena de Nochebuena. Nada más y nada menos que una pata de cerdo asada. ¡Menos mal que somos muchos y podremos con 'el monstruo' en un ratillo! Pero para compañar creo que vamos a tener que pensar en algunas ensaladas, para aligerar un poco el menú. El año pasado hice la ensalada de piña y rúcula, y no os imagináis el éxito que tuvo. Este año tal vez me decante por ésta otra de rúcula, tomates secos y mozzarella. Me encanta el sabor de los tomates secos. Podéis comprarlos ya en aceite, o bien secos e hidratarlos vosotros, según las instrucciones de mi amiga Lidia. Y no os cuento nada de ese aceite con un pan recién hecho para desayunar. También podéis cambiar en esta ensalada la rúcula (si no os gusta el saborcito picante que aporta) por unas hojas tiernas de espinacas.



Ingredientes

Hojas de rúcula o espinacas
Tomate (usad uno bueno, por favor, que es Navidad)
Mozzarella
Tomates secos en aceite
Sal y aceite para aliñar






Esto tiene poco misterio. Colocad en una fuente amplia un fondo de hojas de rúcula o espinacas, y una cama de tomate en lonchas finas.

Sobre esta base, colocar la mozzarella troceada o en bolitas, y los tomates secos cortados en láminas.

Añadid sal al gusto y un chorrito del aceite de los tomates.

Receta resultona, rápida y rica.



miércoles, 2 de diciembre de 2015

Pasta con pimientos y chorizo

Hoy he recurrido a un libro de cocina que me encanta: 'La pasta clásica', de Giuliano Hazan. Muchas veces he buscado recetas en él, porque cuando como pasta, no me gusta que sea la clásica con tomate y carne picada. Esta vez partía de unos pimientos rojos y amarillos que quería cocinar, y me he encontrado con su 'Pasta con peperonata'. Sólo he cambiado los tomates de lata por tomate natural, y le he añadido unas rodajas de chorizo. Me ha gustado mucho el resultado, que encima lleva más verduritas que chorizo (que yo he añadido para contentar a la parte contratante de la primera parte, que si ve tanta verdura en el plato empieza a torcer la cara).


Ingredientes para 2 o 3 personas


2 Pimientos amarillos
1 Pimiento rojo
1 Cebolla grande
2 Dientes de ajo
1 Tomate grande
1 Chorizo en rodajas gruesas
Sal, pimienta, y chile molido
Aceite de oliva virgen extra
Queso curado de cabra
Pasta al gusto



Cortad los pimientos, las cebollas, los ajos y el tomate previamente pelado en cuadrados medianos, como de 2 cm x 2 cm.

En una sartén amplia, calentad un fondo de aceite y sofreid a fuego medio los ajos, la cebolla y los pimientos, durante 5 minutos.

A continuación, añadid las rodajas de chorizo y el tomate. Revolved bien, añadid sal, pimienta y un poco de chile molido (si os gusta el toque picante), tapad y cocinad todo junto otros 10 minutos.

Pasado ese tiempo, el tomate habrá soltado su jugo y la salsa no quedará demasiado seca: perfecta para mezclarla con la pasta una vez la tengamos cocida.

Coced la pasta elegida durante el tiempo que indique el fabricante (ya sabéis que depende mucho del tipo de pasta, de si es fresca o seca...).

Cuando la pasta esté a vuestro gusto, escurridla y añadidla a la sartén con la salsa.

Removed bien y servid enseguida con un poco de queso. Yo he usado un queso de cabra curado, pero cualquier queso curado recién rallado le irá fenomenal.