sábado, 12 de marzo de 2016

Ensalada de mango y salmón

Esta receta es para esos días en los que te apetece comer ligero y sin complicaciones. La combinación del sabor dulce del mango con la intensidad del salmón ahumado a mí me gusta mucho. Le añado un poco de queso fresco para que llene un poco más. Váis a tardar 5 minutos en tenerla montada, ¡y no iréis a decir que no luce más que una ensalada de lechuga y tomate!



Ingredientes para 2 personas

Lechugas variadas
1 mango maduro
100 gr de salmón ahumado
1 cebolleta o cebolla roja pequeña
100 gr de queso fresco
Sal y aceite de oliva virgen extra





Cortad en trozos similares el salmón, el mango y el queso fresco y reservad.

Cortad en juliana la cebolleta o la cebolla roja, lo que prefiráis.

En una fuente colocad la mezcla de lechugas variadas. Por encima esparcid la cebolleta, y los trozos de mango, queso fresco y salmón.

Por último, añadid un poco de sal y aceite de oliva virgen extra.

Y ya está listo. Complicación cero, pero con un sabor estupendo.

lunes, 7 de marzo de 2016

Tomates secos en aceite

En los últimos meses hay algo que intento que no falte en mi frigorífico, y son estos tomates secos en aceite. Me encanta su sabor tan intenso, y ese aceite untado en un buen pan, para desayunar. Si tenéis previsto gastarlos rápidamente podéis añadirle unas bolas de mozarella, como véis en la foto, que pega muy bien con los tomates secos. Pero sólo en caso de gastarlos en uno o dos días, porque el queso se estropea antes que los tomates. Ante la duda mejor hacer los tomates por un lado y añadir la mozarella en el momento de servir. También se pueden usar para muchas recetas de pasta o ensaladas, como ya os comenté en mi ensalada de rúcula, mozarella y tomate seco.




Ingredientes

100 gr de tomates deshidratados
250 ml de aceite de oliva virgen extra
Orégano
Dientes de ajo
Unas gotas de vinagre
Sal





En un cazo pequeño con agua y unas gotas de vinagre poned a hervir los tomates deshidratados, unos 10 minutos.

Escurridlos muy bien, deben quedar lo más secos posible.

Pelad y laminad los dientes de ajo.

En un bote de cristal que cierre bien, colocad un fondo de tomates, unas láminas de ajo y algo de orégano, y cubrid con aceite. Repetid la operación, añadiendo capas de tomates, ajo, orégano y aceite, hasta rellenad el tarro.

Yo no le añado sal a los tomates, ya que suelen venir con sal suficiente para mi gusto, y en cualquier caso siempre podéis añadir un poco de sal gruesa en el momento de servirlos. Pero os lo dejo a vuestra elección, para lo que no sois 'tan sosos' como yo.