lunes, 14 de diciembre de 2015

Pollo con salsa de mandarina

Tenía en casa unas mandarinas que estaban empezando a ponerse pochas, así que me puse a investigar qué hacer con ellas. La primera opción era algún postre, pero las cremas que encontraba eran con mantequilla, un poco pesadas. Así que al final decidí hacer una salsa de mandarinas para el pollo. ¿No es tan famoso el pato a la naranja? Pues yo pollo a la mandarina, más de andar por casa.


Ingredientes para 4 personas



1/2 pollo troceado
Harina para frituras
1 Cebolla grande
1 Vaso de zumo de mandarinas
1/2 Vaso de vino blanco
1/2 Vaso de agua
1 Cucharada sopera de salsa de soja
Almendras peladas y crudas
Sal, pimienta, chile en polvo
Aceite de oliva virgen extra



Calentad un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén, a fuego medio.

Salad los trozos de pollo y pasad por un poco de harina. Retirad bien el exceso de harina y freid el pollo en el aceite, hasta que esté dorado.

Reservad los trozos de pollo frito en una cazuela amplia.

Cortad la cebolla en trozos grandes y sofreid en la misma sartén, hasta que tome algo de color.

Escurrid bien la cebolla y añadid a la cazuela.

Poned la cazuela a fuego suave, y añadid el zumo de mandarina, el vino blanco, y el agua, la salsa de soja y las almendras. Poner al punto de sal y pimienta, y si os gusta, añadid un poco de chile en polvo, para darle un toque picante.

Tapad la cazuela y dejad cocinar a fuego suave durante 40 minutos. Removed de vez en cuando los trozos de pollo, para que no se agarren al fondo.

Servid con un poco de arroz blanco hervido. Como consejo, casi mejor usar trozos de pollo que no sean muy secos (claro que eso ocurre con todas las recetas de pollo, mejor muslos que pechuga).

jueves, 10 de diciembre de 2015

Ensalada rúcula, mozzarella y tomate seco

Ayer mismo encargué en el carnicero la cena de Nochebuena. Nada más y nada menos que una pata de cerdo asada. ¡Menos mal que somos muchos y podremos con 'el monstruo' en un ratillo! Pero para compañar creo que vamos a tener que pensar en algunas ensaladas, para aligerar un poco el menú. El año pasado hice la ensalada de piña y rúcula, y no os imagináis el éxito que tuvo. Este año tal vez me decante por ésta otra de rúcula, tomates secos y mozzarella. Me encanta el sabor de los tomates secos. Podéis comprarlos ya en aceite, o bien secos e hidratarlos vosotros, según las instrucciones de mi amiga Lidia. Y no os cuento nada de ese aceite con un pan recién hecho para desayunar. También podéis cambiar en esta ensalada la rúcula (si no os gusta el saborcito picante que aporta) por unas hojas tiernas de espinacas.



Ingredientes

Hojas de rúcula o espinacas
Tomate (usad uno bueno, por favor, que es Navidad)
Mozzarella
Tomates secos en aceite
Sal y aceite para aliñar






Esto tiene poco misterio. Colocad en una fuente amplia un fondo de hojas de rúcula o espinacas, y una cama de tomate en lonchas finas.

Sobre esta base, colocar la mozzarella troceada o en bolitas, y los tomates secos cortados en láminas.

Añadid sal al gusto y un chorrito del aceite de los tomates.

Receta resultona, rápida y rica.



miércoles, 2 de diciembre de 2015

Pasta con pimientos y chorizo

Hoy he recurrido a un libro de cocina que me encanta: 'La pasta clásica', de Giuliano Hazan. Muchas veces he buscado recetas en él, porque cuando como pasta, no me gusta que sea la clásica con tomate y carne picada. Esta vez partía de unos pimientos rojos y amarillos que quería cocinar, y me he encontrado con su 'Pasta con peperonata'. Sólo he cambiado los tomates de lata por tomate natural, y le he añadido unas rodajas de chorizo. Me ha gustado mucho el resultado, que encima lleva más verduritas que chorizo (que yo he añadido para contentar a la parte contratante de la primera parte, que si ve tanta verdura en el plato empieza a torcer la cara).


Ingredientes para 2 o 3 personas


2 Pimientos amarillos
1 Pimiento rojo
1 Cebolla grande
2 Dientes de ajo
1 Tomate grande
1 Chorizo en rodajas gruesas
Sal, pimienta, y chile molido
Aceite de oliva virgen extra
Queso curado de cabra
Pasta al gusto



Cortad los pimientos, las cebollas, los ajos y el tomate previamente pelado en cuadrados medianos, como de 2 cm x 2 cm.

En una sartén amplia, calentad un fondo de aceite y sofreid a fuego medio los ajos, la cebolla y los pimientos, durante 5 minutos.

A continuación, añadid las rodajas de chorizo y el tomate. Revolved bien, añadid sal, pimienta y un poco de chile molido (si os gusta el toque picante), tapad y cocinad todo junto otros 10 minutos.

Pasado ese tiempo, el tomate habrá soltado su jugo y la salsa no quedará demasiado seca: perfecta para mezclarla con la pasta una vez la tengamos cocida.

Coced la pasta elegida durante el tiempo que indique el fabricante (ya sabéis que depende mucho del tipo de pasta, de si es fresca o seca...).

Cuando la pasta esté a vuestro gusto, escurridla y añadidla a la sartén con la salsa.

Removed bien y servid enseguida con un poco de queso. Yo he usado un queso de cabra curado, pero cualquier queso curado recién rallado le irá fenomenal.




martes, 3 de noviembre de 2015

Pavías de merluza

Este verano fui a trabajar a Sevilla unos días, así que aproveché para hacer un tour gastronómico. Acabé cenando en Vega 10. ¿Qué queréis que os diga? Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un tapeo... También es verdad que hacía tiempo que no salía sin niños a los que no les cuadra nada de la carta. Probamos varias cosas, a cuál más rica. Entre ellas, nos pedimos unas pavías de merluza, que estaban de escándalo. Desde entonces las he hecho un par de veces en casa. No sé si serán así las de Vega 10, pero el resultado de éstas caseras es estupendo, crujientes y jugosas. Son muy parecidas a los palitos de merluza congelados de toda la vida, pero en este caso tú eliges la calidad del pescado que te comes (pequeño matiz diferenciador).




Ingredientes

Lomos de merluza sin espinas
100 gr de harina de tempura
130 gr de cerveza
Sal
Aceite para freir





Cortad los lomos de merluza en bastones como del tamaño de dedos hermosos y ponedles un poco de sal.

En un bol, mezclad bien la harina de tempura con la cerveza, hasta que no queden grumos.

Calentad una sartén con aceite a fuego medio fuerte.

Mojad cada trozo de merluza en una buena cantidad de masa, y freid hasta que estén bien doradas las pavías.

Para mi gusto están perfectas con un poco de ensalada y un poquito de alioli o mayonesa.

jueves, 29 de octubre de 2015

Bizcocho de calabaza

No es que sea yo de celebrar mucho Halloween, la verdad. Pero en los últimos años esa fiesta ha ganado la partida a la mayoría de las fiestas patrias, y se ven calabazas por todos sitios. Como a mí lo que me encanta realmente es probar cosas ricas y, si pueden ser, saludables, me he lanzado de cabeza a hacer un bizcocho de calabaza que ví en Webos Fritos, la biblia de las webs de recetas. Sí os aviso que para las cantidades que indico sale un bizcocho gigante, como para llevar a una casa rural para 25 personas (literalmente), así que si sois pocos mejor reducir las cantidades. Queda un bizcocho muy jugoso, nada empalagoso, y que se mantiene igual varios días.


Ingredientes

350 gr de calabaza ya asada y pelada
250 gr de azúcar
500 gr de harina de repostería
150 ml de aceite de girasol
50 ml de aceite de oliva virgen extra
5 huevos medianos
Gasificante (un sobre de cada color)
Un sobre de levadura en polvo
Azúcar y canela para espolvorear





En primer lugar, vamos a asar un trozo de calabaza de medio kilo aproximadamente. Para eso liamos bien la calabaza (sin pelar) en papel de aluminio y lo horneamos a 180ºC durante una hora como mínimo. Si pasado ese tiempo la pulpa sigue un poco dura, dejadlo hornear 10 o 15 minutos más.

Eliminamos la piel y las pepitas y pilamentos internos de la calabaza y la dejamos enfriar. Esto se puede hacer el día de antes.

Colocamos en la Thermomix la calabaza asada, el azúcar y los huevos, y mezclamos durante 2 minutos a velocidad 6.

A continuación, añadimos ambos aceites y mezclamos 1 minuto a velocidad 6.

Por último, añadimos la harina, los polvos gasificantes, y la levadura, y mezclamos a velocidad 6 unos segundos. Quedará una masa bastante espesa.

Engrasamos el molde que vayamos a usar, volcamos la masa en él, y la cubrimos con una buena capa de azúcar y un poco de canela, que al tostarse formarán una capa dulce y crujiente deliciosa.

Horneamos a 180ºC durante 40 o 50 minutos (id probando con un palillo si está terminado), sacamos y dejamos enfriar.

Podéis servirlo con nata montada, o en mi caso, con una crema de vainilla calentita (unas natillas ligeras, vamos). A mí me encanta este bizcocho, como todas las recetas de Su de Webos Fritos... un lujo.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Guiso de pulpo con patatas

Se acerca el otoño y pronto empezarán a apetecer los platos de cuchara. ¡Qué queréis que os diga! A mí eso de meter cosas en una olla y que salga una sopa o un potaje... me parece casi magia. Por eso no me canso de intentar platos de cuchara. Esta vez he querido aprovechar un poco de pulpo cocido para comerlo de una forma diferente a la habitual. Espero que os guste.



Ingredientes para 3 personas

500 gr de patatas
350 gr de pulpo cocido troceado
4 vasos de agua
1 cebolla
150 gr de pimiento rojo
2 dientes de ajo
Laurel, sal y pimentón
Aceite de oliva virgen extra




En primer lugar vamos a pelar y cortar las patatas en cuadritos, y a continuación las ponemos a cocer a fuego suave en una olla con los cuatro vasos de agua, durante 10 minutos.

Mientras tanto, picad muy fina la cebolla, los dientes de ajo y el pimiento rojo, poned a punto de sal, y rehogad en una sartén con un poco de aceite, durante 5 minutos.

Pasados esos 5 minutos, añadid a la sartén los trozos de pulpo cocido, y sofreid todo junto dándole unas vueltas.

Añadid el sofrito con el pulpo a la olla de las patatas, una hojita de laurel y pimentón, y coced todo junto a fuego suave durante 10 minutos. Rectificad de sal.

Yo he usado pimentón picante, porque estos guisos de patata ganan con un poco de 'chispa picante'.

Por último, dejadlo reposar unas horas y a servir. El resultado es un guiso parecido al marmitako, pero con pulpo.

martes, 22 de septiembre de 2015

Pollo asado con pimientos

Casi me da vergüenza haber tardado tantos meses en volver a publicar una receta. En mi descargo puedo alegar que el final del curso pasado fue muy complicado, con mucho trabajo y mucho lío, que las vacaciones de los niños han sido demasiado largas (seguro que más de una madre está de acuerdo conmigo), que también me he ganado unas vacaciones muy divertidas en Irlanda... ¡Es que cuatro meses dan para mucho! Por fin ahora he vuelto a recuperar las ganas de cocinar y probar cosas nuevas, así que espero ser más constante en los meses venideros. Vuelvo a tener ganas de que los míos coman bien y variado, así que vamos a intentar renovar un poco los menús. Empezamos por un pollo de corral con pimientos, que a mí personalmente me ha sabido a gloria.



Ingredientes para 4 personas



1 pollo de corral en cuartos
3 pimientos rojos
2 cebolletas (rojas en mi caso)
150 ml de aceite de oliva virgen
Sal, pimienta y tomillo






Ponemos a calentar el horno a 200ºC, y mientras vamos colocando en una fuente de horno el pollo en cuartos, los pimientos en partidos en mitades o cuartos, y las cebolletas, también cortadas en trozos grandes.

Salpimentamos y cubrimos con el aceite de oliva virgen y con un poco de tomillo. Si tenéis a mano una ramita de tomillo fresco, mucho mejor.

Horneamos 30 minutos el pollo, y pasado ese tiempo le damos la vuelta a los trozos de pollo y removemos un poco la verdura.

Dejamos asar otros 30 minutos. La piel del pollo va debería estar un poco tostada.

Bajamos la temperatura a unos 170ºC y terminamos de hornear otros 30 minutos. ¿Véis qué cosa más bonita al sacarlo?

¡Y ya está! Fácil, sabroso y sano. No se puede pedir más. Sólo queda servir el pollo con algo de la verdura y su jugo.

No olvidéis un pan recién hecho, para mojar hasta dejar el plato limpio.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Pate de atún casero

Regresamos de vacaciones y ya es hora de dar un poco de vida al blog. Empezamos con una receta fácil y muy rápida de hacer, perfecta para acompañar un picoteo o para unos sandwiches.






Ingredientes



2 latas de atún en aceite
1 lata de anchoas
2 cucharadas de mantequilla (media sal)
2 huevos cocidos









Para esta receta añadimos al vaso de la batidora los huevos cocidos, las latas de atún con su aceite y las dos cucharadas de mantequilla. De de la lata de anchoas yo le he echado cinco de las anchoas sin el aceite, pero supongo que depende de lo intenso que os guste.

Batimos muy bien hasta que tenga la textura deseada y metemos en el frigorífico para que se cuaje un poco... ¡y ya está!

¡¡A comer!!

domingo, 31 de mayo de 2015

Lasaña de calabacín (receta asaltada)

Ha pasado el mes de Mayo muy rápidamente, y en esta ocasión el reto del Asaltablogs nos lleva a la cocina de Anaïs, dueña y señora de Mi madre no cocina. Pertenece al mundo tecnológico, igual que yo, y también nos presenta recetas de todos los días, que son las que más me gustan a mí también. Es todo un reto comer decentemente a diario, y en este blog encontrarás muchas ideas que os gustarán. Yo me he decidido por una lasaña de calabacines, y he seguido la receta al pie de la letra. Esta vez no he cambiado nada de nada, y ha quedado buenísima. Además, me ha dado la opción de un 2x1. Como imaginaba que en casa eso de sustituir unas hojas de lasaña por calabacín no iba a resultar, parte de la salsa la utilicé como una boloñesa de toda la vida para la pasta de los niños, con ese toque de especias provenzales que no había probado nunca.  Muy rica, ésta salsa me la quedo 'de fondo de armario'.


Ingredientes para 4 personas


2 calabacines
1 cebolla
1 zanahoria
500 gr de carne picada (yo uso una mezcla de ternera y papada de cerdo)
800 gr de tomate triturado
Especias provenzales
Queso rallado
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta




Ponemos a calentar un fondo de aceite de oliva virgen extra en la olla rápida, y doramos la cebolla y la zanahoria a fuego suave durante 5 minutos, hasta que estén blanditas.

Añadimos las especias provenzales, sal, pimienta y la carne picada. Rehogamos hasta que coja color, sin dejar de remover.

Tras 5 minutos de cocción, añadimos el tomate triturado y cerramos la olla. Esperamos que suba el indicador, bajamos el fuego y programamos 18 minutos.

Mientras tanto, cortamos el calabacín en lonchas finas a lo largo. Yo he usado la mandolina, porque mi pulso me lo aconsejó sabiamente.

En una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen, hacemos la lonchas de calabacín a la plancha y las reservamos.

Vamos colocando capas de calabacín y salsa en la fuente de horno que vayamos a usar, terminando con una capa de calabacín.

Cubrimos con el queso rallado y gratinamos unos minutos en el horno.

¡Y a comer recién gratinado! ¡Qué rico!

martes, 19 de mayo de 2015

Crema de zanahorias y mascarpone

Desde hace unas semanas llevo viendo en el supermercado en el que hago la compra unas cremas envasadas que me han llamado la atención. Una de ellas era de calabacín y mascarpone. Como no soy de comprar comida precocinada, hoy me he puesto en marcha para prepararla.... ¡y me he encontrado que no tenía calabacines (adiós plan A)! Y tampoco calabaza (bye bye plan B)... así que he recurrido al plan C, y me he decidido por esta crema de zanahorias y mascarpone. ¿Qué queréis que os diga? Me ha encantado su sabor especiado, dulzón y suavísimo. Sólo me queda saber qué opinan el resto en casa esta noche.... ¡me tienen cohibida con tanto 'melindreo'!


Ingredientes para 3 ó 4 personas



500 gr zanahorias peladas
125 gr de puerro cortados
1 cebolla
2 vasos de agua o caldo de verduras
1 cm de raíz de jengibre (podéis usar en polvo)
1 cm de raíz de cúrcuma (pues eso, en polvo si no tenéis fresca)
100 gr de queso mascarpone
Sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra




Cubrid el fondo de la olla rápida con un poco de aceite de oliva virgen extra y rehogad los puerros troceados y la cebolla bien picada. No os saltéis este paso de rehogado previo, ya que en parte es el que se da el sabor a las cremas de verduras.

Cuando ya están doraditos los puerros, añadid las zanahorias peladas y troceadas, el jengibre y la cúrcuma, remover todo junto, y añadid el agua o el caldo y salpimentad.

Cerrad la olla y coced a fuego medio durante 20 minutos.

Pasado ese tiempo, abrid la olla, añadid el queso mascarpone y pasadlo todo por la batidora.

Sí... ¡ya está listo! Sólo queda acompañadlo con lo que queráis: en mi caso piñones tostados, pero podéis añadir queso rallado, huevo duro o poché, bacon tostado... Muy rica.

jueves, 14 de mayo de 2015

Ensalada de patatas con ahumados

Revisando el frigorífico me encontré un paquete de trucha ahumada, a punto de caducar, así que había que inventarse algo sobre la marcha. Ya tenía una ensalada de ahumados publicada, la más habitual en casa. Pues he usado unos ingredientes parecidos, pero en esta ocasión, al no llevar mayonesa, me ha parecido algo más ligera. Y ha gustado... mi marido no es de enfatizar mucho los halagos, pero en esa ocasión al preguntarle '¿Estaba buena?', me ha contestado 'Estaba MUY buena'.


Ingredientes para 2 personas



150 gr de ahumado (trucha, palometa, salmón)
2 huevos duros
2 o 3 patatas medianas
1 cebolla roja
1 cucharada de mostaza a la antigua
100 ml de aceite de oliva virgen extra
Hojas de ensalada para acompañar
Sal




En un cazo pequeño con agua, colocad las patatas bien limpias, pero con piel, y cocedlas a fuego medio durante 30 minutos. Pasado el tiempo, pinchadlas con una agua para comprobar el punto de cocción, sacadlas y esperad a que se enfríen.

Mientras tanto, picad en cuadritos pequeños la cebolla roja, y la clara de los huevos, y en tirillas el ahumado que vayáis a usar.

Por otra parte, en un bol, majad las yemas del huevo, añadidles un poco de sal y el aceite y amalgamad bien. Por último añadid la cucharada de mostaza a la antigua. Yo creo que a este aliño le iría de perlas unos pepinillos muy picaditos o unas alcaparras. Probad y me contáis.

Cuando las patatas ya estén fibias o frías y vayáis a servir el plato, peladlas y cortadlas en rodajas de menos de un centímetro.

Colocad ,encima de las patatas, la cebolla roja, el ahumado y la clara de huevo, y por último aliñadlo con la salsa.

Servid junto con algo de ensalada fresca. ¡No me diréis que no es una plato apetecible para los calores que están viniendo!

jueves, 7 de mayo de 2015

Pasta al pesto

¡Cómo es posible que hasta ahora no hubiera publicado esta receta! Posiblemente es mi salsa preferida para la pasta. Así que he aprovechado que mi amiga Antonia me ha regalado una pasta fresca espectacular, y me he preparado este almuerzo. En cinco minutos estaba listo, y no estoy exagerando nada. Si os sobra salsa la podéis guardar en el frigorífico, porque untada sobre pan con unos tomatitos cherry encima está de película.



Ingredientes

50 gr de piñones (nacionales, mucho mejor)
50 gr de queso parmesano o grana padano
Hojas de albahaca fresca (unos 10 gr he usado yo)
50 gr de aceite de oliva virgen extra
25 gr de mantequilla
1 diente de ajo (opcional, en este caso yo no lo he puesto)
Sal al gusto
Pasta, la que os guste más



Coced la pasta siguiendo las instrucciones del envase (depende de si es fresca, seca, el tipo de pasta...). Siempre mejor dejarse aconsejar por el fabricante.

Mientras tanto, colocad en el vaso de la batidora todos los ingredientes. El único misterio de esta salsa es que uséis buenos ingredientes. El queso mejor que no sea rallado, sino en trozos, tiene mucho mejor sabor. La albahaca que sea fresca, eso es imprescindible. Los piñones nacionales tienen más sabor: son más estrechos y menos crujientes que los de importación (son más regordetes), pero mucho más sabrosos. Los que vienen envasados y que venden en la zona de especias son siempre de importación, así que daos un paseo a un mercado cercano y pedid unos piñones del país. Un aceite virgen extra bueno.... y a batirlo todo.

¡Ya está la salsa lista! Cuando esté la pasta a vuestro gusto, mezcladla con la salsa y servir enseguida. Lo dicho, ni cinco minutos.


domingo, 26 de abril de 2015

Huevos mexicanos (receta asaltada)

Este mes el reto del Asaltablogs nos lleva a la cocina de uno de los integrantes del reto con más solera. Nada más y nada menos que Con un par de guindillas, mucho más que un blog de recetas. Ahí cabe de todo: recetas, restaurantes, tiendas, consejos, viajes... ¡Viajes! ¡Oh my God! ¡Si tiene una ruta completísima por el viaje que estoy planificando para este verano! ¡Ya no necesito buscar más guías! En cuanto tenga un ratito me lo empapo y te lo copio. Hay muchísimas recetas entre las que elegir, desde las más sencillas hasta las más elaboradas: es cierto que la evolución desde que comenzó el blog es espectacular. Pero si hay algo por lo que todos los integrantes del reto le reconocemos, principalmente, es por su afición a croquetizar (o 'cocretizar', vete a saber si se puede decir así también), y ésa fue mi primera intención cuando ví que se trataba de asaltar al Capitán Rábano. Pero últimamente mi escaso tiempo libre manda, así que me busqué otra receta con un par de guindillas, unos Huevos mexicanos, y se los preparé a  mi 'pariento' para una cena, que para un desayuno me parece demasiado lío y no estamos en Año Nuevo.


Ingredientes por persona



2 huevos
2 cucharadas de leche
100 gr de queso rallado fundente
4 lonchas de bacon ahumado
2 tortillas de maíz
Sal, pimienta, polvo de chile, aceite de oliva virgen extra






Trocead el bacon y tostadlo en una sartén sin nada de aceite. Reservadlo.

Batid los huevos junto con las cucharadas de leche, sal, pimienta y polvo de chile (al gusto) y cocinadlos revueltos durante un par de minutos, en la sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen.

Mientras tanto, en una sartén amplia calentad las tortillas de maíz (no demasiado, que si se tuestan se ponen crujientes y se quiebran al doblarlas).

Una vez listos los huevos, cubrid parte de la tortilla de maíz calentita con el bacon tostado, el huevo revuelto, y el queso rallado, y enrollad la tortilla. ¡Y listas para zampárselas! No sé si para desayunar, pero para una cena rápida, es una receta perfecta... si le añadís un poquito de ensalada, que últimamente ando obsesionada con meterle verduras a todas las recetas. Yo creo que con pico de gallo y guacamole... para triunfar.

Capitán Rábano le añade algo de cilantro, que realmente es muy mexicano, pero es que en mi casa el cilantro casi es 'ingrediente non-grato', lo uso con muchísima moderación, así que en este caso lo he eliminado totalmente.

viernes, 17 de abril de 2015

Rosquillos

Recuerdo los rosquillos que hacía mi madre cuando era pequeña. Usaba la receta de un libro clásico en las casa de la época, el libro de cocina de la Sección Femenina. Muchos años después lo encontré en una feria del libro y me lo compré. Aunque ahora no suelo usarlo, mucho tiene bastante valor para mí: fue el primer libro de cocina que me leí de cabo a rabo, y de ahí salieron mis primeros intentos en la cocina. Pues en ese libro es muy habitual eso de 'harina, la que admita', y eso es lo que pasa con esta receta siempre, en muchas de las recetas que encuentro. En esta ocasión he intentado medir la harina que uso, porque efectivamente, 'la masa admitía más y más harina'. Aunque yo no lo he hecho, una vez fritos, antes de pasarlos por azúcar y canela, podéis mojarlos en un almíbar: pienso probarlo la próxima vez... ¡porque habrá una próxima vez!



Ingredientes


1 huevo
7 cucharadas de leche
7 cucharadas de azúcar
7 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
300 gr de harina de repostería
Piel de medio limón
1/2 cucharadita de bicarbonato o levadura en polvo
Azúcar y canela molidas para rebozar los rosquillos tras fritos
Aceite de girasol para freirlos



Tostad la piel del limón en el aceite de oliva, retirad la piel de limón y dejad enfriar.

Mezclad todos los ingredientes y poned a calentar el aceite de girasol a fuego medio (no muy alto, porque se quemarían por fuera y se quedarían crudos por dentro).

Con las manos bien impregnadas en aceite (porque la masa es muy pegajosa) coged una cantidad de masa del tamaño de una nuez, hacedles un agujero en el centro y freid los rosquillos.

Escurridlos sobre papel de cocina y pasadlos por una mezcla de azúcar y canela (o mojadlos en almíbar antes de rebozarlos, yo lo voy a probar).

Perfecto para una merienda con sabor a niñez.

domingo, 12 de abril de 2015

Pollo al ajillo

No me explico cómo no había publicado esta receta hasta ahora. Es un clásico... ¡de las que no me traen problemas con los niños! Muchas veces nos complicamos mucho, cuando en realidad hay cosas sencillas que funcionan siempre. Se puede hacer también con magro o lomo de cerdo, ajustando el tiempo de cocción para que la carne quede en su punto.


Ingredientes

1/2 pollo troceado
6-7 dientes de ajo
100 ml de aceite de oliva virgen extra
150 ml de vino blanco
150 ml de agua o caldo
Sal, pimienta y tomillo





En una cazuela amplia poned a calentar el aceite con los dientes de ajo, a fuego medio.

Añadid los trozos de pollo y dorarlos. Cuando ya estén tostados, añadid el vino, el agua, la sal, la pimienta y el tomillo (mejor fresco, claro).

Bajad el fuego un poco y dejadlo cocinar durante 45 minutos. Si véis que se queda un poco seco durante la cocción, podéis añadir un poco de caldo. Comprobad que la carne está blandita pasado ese tiempo, y si no es así, dejadlo cocinar unos minutos más.

Y ya está listo. Sólo falta servirlo con unas patatas fritas o con arroz blanco, y un buen pan para mojar la salsa. ¡Es la parte favorita de mi hijo Pablo!


sábado, 4 de abril de 2015

Pollo con almendras (chino)

Hoy os traigo una receta que sale deliciosa, prácticamente indispensable cuando se va a un restaurante chino, el pollo con almendras. La verdad que el sabor es casi igualito y la segunda vez que lo he hecho lo he mejorado con el chorrito de miel y el comino. Espero que os guste tanto como a mí y que la hagáis porque es facilísima. Os la pongo la receta con Thermomix y en sartén, para que no tengáis excusa.


Ingredientes para 4 personas:

700 gr de pechuga de pollo
65 gr de aceite de oliva
150 gr de cebolla
1 zanahoria
100 gr de pimiento rojo
70 gr de pimiento verde
80 gr de salsa de soja
35 gr de tomate frito
60 gr de almendras peladas
1 chorrito de caramelo líquido
1 chorrito de miel
1/2 vaso de agua
1 cucharadita de maicena
1/4 cucharadita de comino
1/4 cucharadita de jengibre en polvo
1 Lata de champiñones (opcional)


En Thermomix:

Ponemos en el vaso de la thermomix la cebolla cortada en trozos grandes y programamos 3 segundos a velocidad 5.

Ponemos la mariposa y añadimos el aceite, el pimiento verde y rojo (cortado en tiras de 3 o 4 cm), la zanahoria (limpia y cortada en rodajas). Programamos 15 minutos, temperatura varoma, giro la izquierda y velocidad cuchara.

En este tiempo vamos cortando el pollo en trozos de unos 2 cm o algo más y lo salpimentamos (poca sal que la salsa de soja ya es salada).

Cuando pasen los 15 minutos anteriores, añadimos el pollo y mezclamos con las verduras. Volvemos a programar 15 minutos, temperatura varoma, giro a la izquierda y velocidad cuchara.

Mientras vamos tostando las almendras a fuego medio en una sartén con un poquito de aceite y sacamos a un plato con un poco de papel absorbente.

Disolvemos la cucharada de maicena en medio vaso de agua y reservamos.

Cuando acaben esos 15 minutos, añadimos la salsa de soja, el tomate frito, el caramelo y la miel, el comino y el jengibre, el agua con la maicena, y los champiñones. Programamos 5 minutos a temperatura varoma, giro a la izquierda y velocidad cuchara.


En Sartén:

Ponemos todas las verduras en una sartén ancha con un fondo de aceite. Las pochamos hasta que las veamos blanditas. Luego añadimos el pollo salpimentado y lo vamos haciendo a fuego medio alto. Cuando veamos que está cocinado el pollo añadimos la salsa de soja, el tomate frito, el chorrito de caramelo y el de miel, el comino y el jengibre. Ponemos también las almendras fritas.

Luego incorporamos el agua mezclada con maicena y los champiñones, removemos bien y dejamos cocer durante unos minutos moviendo de vez en cuando hasta que veamos la salsa a nuestro gusto. Se puede acompañar con arroz blanco, fideos chinos...

¡A comer!



domingo, 29 de marzo de 2015

Bizcocho de Baileys (receta asaltada)

¿Qué queréis que os diga? Me gusta el Baileys. Y cuando ví que se puede hacer Baileys casero... ¡no puede ser! ¡Eso tengo que probarlo! Pero no va a ser en esta ocasión, que ando como loca con el trabajo y no tengo tiempo para publicar nada... ¡ni para cocinar nada! Que estamos comiendo de lo que mi madre nos cocina y de precocinados (algo inimaginable en mi casa). Así que he usado un Baileys comprado para hacer este bizcocho. La receta la he sacado de GalleCookies, que es el blog asaltado este mes por la panda del Asaltablogs. Un blog lleno, llenísimo de recetas de repostería, principalmente, con unas fotos preciosas. Tendré que dedicarle más tiempo a inspeccionar todo su recetario... pero será otro mes, porque éste ya voy de cabeza. Vamos al lío.


Ingredientes

110 ml de aceite de girasol
150 gr de azúcar
250 ml de leche
50 ml de Baileys
400 gr de harina
1 sobre de levadura en polvo
1 pizca de vainilla en polvo
100 gr de azúcar glas (para el glaseado)
4 cucharadas de Baileys (para el glaseado)

 
 
Vamos calentando el horno a 180ºC, que esto se hace muy rápido.

Vamos a hacer como con los muffins: la mezcla líquida por un lado y la sólida por otro.

Colocad en el vaso de la batidora el aceite, el azúcar, la leche, la vainilla en polvo y el Baileys, y batid muy bien.

En un bol amplio colocad la harina tamizada con la levadura.
 
Y ahora mezclad ambas 'pócimas', hasta que no haya grumos. Queda una masa bastante compacta, y el bizcocho es de un tamaño importante... lo aviso por si queréis reducir la cantidad.
 
Yo he forrado con papel sulfurizado un aro de reportería, en lugar de engrasar y enharinar el molde. Eso os lo dejo a vuestra elección.
 
Horneamos durante 50 minutos, y si vemos que pasado el tiempo ya sale la aguja limpia al pincharlo, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
 
Mientras tanto, preparamos el glaseado, mezclando el azúcar glas con las 4 cucharadas de Baileys.
 
Cuando ya se haya templado el bizcocho lo bañamos con el glaseado y lo dejamos enfriar completamente.
 
El resultado es un bizcocho algo menos húmedo de lo habitual, al no llevar huevo y tener poco aceite. Pero ese glaseado me ha encantado. A mí me parece perfecto para acompañar a un cafelito de domingo.


jueves, 26 de febrero de 2015

Trencitas de Hojaldre

Os traigo esta deliciosa receta de hojaldre. Me parece recordar que la probé en uno de los múltiples viajes por Andalucía, en la zona de Almería. Creo recordar que fue en Garrucha, y aquella tarde, en esa pastelería olía a pastelitos recién hechos, como en las películas. Es facilísima y muy práctica para llevar a cumpleaños o para poner unas pastas en casa en una merienda.


Ingredientes

2 Bases de hojaldre (Mercadona)
1 Bote de Nocilla (Lidl)
Azúcar
1 Huevo
Azúcar glass

 



Ponemos una base de hojaldre en la bandeja del horno, sobre un papel de horno.

Vamos extendiendo la Nocilla por la base hasta que quede totalmente tapada.

Cubrimos con la otra capa de hojaldre y pegamos un poquito por los bordes.

Con un cuchillo que corte bien vamos haciendo cortes transversales separados a una distancia de 1.5 cm más o menos, sin llegar al centro del hojaldre. Repetimos estos cortes por ambos lados del hojaldre y ahora es cuando llega la parte más elaborada.


Vamos cogiendo cada corte y lo retorcemos, dándole dos vueltas. Pegamos el extremo de cada trenza a la base. Realizamos ésto con todos los cortes y, cuando los tengamos, pintamos con un huevo batido y echamos azúcar por encima.

Metemos al horno a unos 190ºC, o lo que indique el paquete de hojaldre, durante unos 15 ó 20 minutos con el horno precalentado con calor arriba y abajo.

Esperamos que se dore por encima y dejaremos uno o dos minutos más sólo con calor por debajo.

Sacamos las trenzas, las espolvoremos con azúcar glass y podemos cortarla y soltar las trenzas, o bien llevar el hojaldre entero y cortarlo después.

Caliente está delicioso y frío también.

Espero os guste. ¡¡¡¡A comer!!!!

domingo, 22 de febrero de 2015

Carne en salsa (receta asaltada)

¡Qué rápido se ha pasado el mes de Febrero! Casi sin darnos cuenta ha llegado la cita mensual del Asaltablogs. Este mes le ha tocado el turno a La Rosa Dulce. Es un blog con muchísimas recetas caseras, para comer bien todos los días, muchas de ellas adaptadas para que no contengan lactosa. Y tiene unas fotos preciosas... ¡me muero de envidia! ¿Cuándo aprenderé yo a tener ese buen gusto con la fotografía? Me he apuntado muchas recetas que tengo que probar, pero por falta de tiempo, me he decidido por una muy fácil, que me ha encantado: carne en salsa a la granadina. Tengo intención de usar esta salsa para las albóndigas, con cordero troceado, con costillas de cerdo. ¡Sabrosísima! De esas de coger la barra de pan y no parar. Nos ponemos el delantal y al ataque.


Ingredientes

500 gr de magro o lomo de cerdo troceado
6 ajos
12 almendras
2 pimientos choriceros
2 rodajas de pan
100 ml de vino blanco
300 ml de agua
Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta





Ponemos en remojo en agua caliente un par de pimientos choriceros.

Mientras tanto, en la olla rápida con un fondo de aceite de oliva virgen extra, ponemos a dorar los dientes de ajo.

Los retiramos y tostamos las almendras.

Las sacamos y doramos las rodajas de pan. Triturad en el vaso de la batidora los tres ingredientes, junto con 100 ml de agua y la pulpa de los pimientos choriceros. Ya sabéis, para extraer la pulpa, una vez que estén blanditos, se raspa con una cucharilla el interior de los pimientos.

Añadid un poco más de aceite a la olla y dorad a fuego medio los trozos de carne. Rosa usa lomo, yo he usado magro de cerdo, pero creo que con cordero debe estar espectacular. Pronto lo probaré.

Una vez que están dorados, añadid el vino blanco y 200 ml de agua, sal y pimienta y cerrad la olla. Cocinad durante 30 minutos.

Trascurrido ese tiempo, abrid la olla, añadid el 'majado' del vaso de la batidora, y seguid cociendo todo junto durante 20 ó 25 minutos más, con cuidado de que no se quede demasiado seca la salsa y se agarre al fondo.

Y ya está, sólo queda servirla con un buen pan para mojar.

Yo ya me quedo con esta receta para siempre.

lunes, 9 de febrero de 2015

Brownie 'ligerito'

Dando vueltas por la red encontré un bizcocho de calabacín y chocolate que llamó mi atención. Parecía muy jugoso y tal vez sería mi oportunidad de colarles algo de verdura a los niños. Pasaron unos días y volví a buscarlo, para ponerme manos a la obra, y encontré este Bizcocho de chocolate y calabacín en La receta de la Felicidad, una web maravillosa en la que todas las recetas son sorprendentes y primorosas. Yo he hecho su versión Thermomix, y la verdad es que me ha encantado. Y sólo de pensar que no tiene grasas saturadas y que lleva verduritas escondidas, me gusta más. Yo lo he llamado brownie ligerito porque la textura húmeda final me lo ha recordado, aunque es muchi más ligero. Si queréis 'colarlo' como brownie, sólo hay que añadirle unas nueces troceadas.


Ingredientes

300 gr de calabacín pelado
125 ml de aceite de girasol
200 gr de azúcar (yo he usado morena)
250 gr de harina de repostería
50 gr de cacao en polvo (Valor sin azúcar)
1 cucharadita de levadura en polvo
1 cucharadita de vainilla
1 pizca de sal
Nueces troceadas (opcional)



Pelad el calabacín y colocadlo en el vaso de la Thermomix. Trocead durante 5 segundos a velocidad 5.

Añadid al vaso el resto de los ingredientes y mezclad durante 30 segundos a velocidad 3.

Quedará una masa de dudoso aspecto y color. Tened fe y continuad con la receta.

Engrasad un molde o forradlo con papel de hornear. Volcad la masa sobre el molde y extended bien.

Por último, sólo hay que hornearlo a 180ºC durante 25 minutos. Y ya está listo vuestro brownie ligerito. No sabe nada a calabacín, sólo a chocolate, así que si queréis evitaros dar explicaciones (¿¿¿calabacín???) podéis obviar el tema. Es un brownie y ya está.


miércoles, 4 de febrero de 2015

Huevos escoceses

Después de cada edición del reto del Asaltablogs nos dedicamos a entrar en cada uno de los asaltos y comentarlos. Y durante esos paseos por otros blogs se descubren recetas que no sabemos cómo se nos habían pasado. O recordamos cosas que teníamos pendientes por hacer. Éste último mes han causado sensación los Huevos escoceses, y yo los tenía como pendientes, así hoy los he preparado. Por lo que he leído por la red, no son originarios de Escocia, sino de la famosa tienda londinense Fortnum & Mason. Y no me extraña nada, porque allí todo es espectacular. En mi escapada de amigas a Londres reservamos un 'Afternoon Tea' allí (no os diré el precio), y la verdad es que es un recuerdo que atesoro entre mis mejores momentos de amistad y mejores momentos gastronómicos. Así que la próxima vez que vaya me pediré unos Scotch Eggs... ¡aunque tendré que ir ahorrando! Mientras tanto, os animo a hacerlos en casa, porque han gustado mucho.


Ingredientes para 4 ó 5 personas

6 ó 7 huevos
500 gr de salchichas frescas
1 cucharada colmada de harina
Pan rallado con ajo y perejil
1 pizca de ajo en polvo
1 pizca de pimienta
1 pizca de nuez moscada
1 pizca de tomillo
Sal y aceite de oliva para freir

En un cazo poned a hervir 5 huevos durante 10 minutos.

Mientras tanto, sacad la carne de las salchichas de las tripas y colocadla en un bol amplio.

Añadidle la harina, el ajo en polvo, la pimienta, nuez moscada, el tomillo y la sal, sin pasaros de ninguna de las especias. Podéis usar las que queráis, aunque a mí con éstas me han quedado muy sabrosos.

Mezclad bien y colocad la masa sobre un papel film. Cubridla con otro papel film y extendedla bien, hasta dejarla de un grosor de medio centímetro. Si la dejáis muy gruesa será difícil conseguir que se haga bien la carne al freirla.

Refrescar los huevos cocidos en agua bien fría y pelarlos con cuidado.

Envolved cada huevo con un trozo de masa, apretadlos bien y dadles una forma bonita.

Pasad cada huevo envuelto por huevo batido y pan rallado con ajo y perejil.

Freid a fuego suave. Tened cuidado de que no esté demasiado caliente del aceite, ya que se quemarían por fuera y se quedarían crudos por dentro. Yo suelo freir este tipo de cosas últimamente en un cazo con aceite, en lugar de una sartén, ya que se fríen de una forma más uniforme.

Servid los huevos con ensalada y tomate frito casero. ¡Esto es una receta con un par de huevos! Para los más pacientes, se pueden hacer con huevos de codorniz, para conseguir una receta casi de bocado, perfectos para picotear.



domingo, 25 de enero de 2015

Churros con chocolate (receta asaltada)

Llega la primera entrega de 2015 del Asaltablogs. Este mes de Enero de cuestas arriba y michelines delatores, me he dedicado a asaltar a Azúcarglas, un blog malagueñísimo, de recetas y noticias gastronómicas, que promociona de forma ejemplar los productos de Málaga, que últimamente son mi debilidad. Y encima Isa es del Valle de Genal, que es un paraíso natural a dos pasos de la locura de la Costa del Sol. Así que para mí ha sido un lujo asaltarla. Aunque el asalto no ha sido tal, porque la entrada elegida Chocolate con churros, todo un arte, es en realidad una noticia gastronómica, no una receta. Así que me he permitido la osadía que complementar su preciosa entrada con una receta de churros que he descubierto hace poco, y que ha causado furor entre mis amigos. Con decir que mi amigo Otto, muy alemán él, le ha pedido a su mujer Sandra que se compre una churrera para hacerlos en casa (cosa a lo que ella se ha negado nada amablemente, dice que prefiere venirse a mi casa y que los haga yo). Es una receta muy fácil, pero sí es cierto que es necesario usar una churrera (que no llega a 10 €), porque la masa es bastante dura, e imposible de manejar con una manga pastelera. Además, los canalitos que añade la churrera a la masa sirven para romper las burbujas de aire dentro de ésta, que podrían explotar al freirlos y ser bastante peligrosos.





Ingredientes

1 vaso de harina de fuerza
1 cucharadita de sal
1 vaso de agua
Aceite para freir






Con esas proporciones salen unos 25 churritos de unos 12 cm. Si queréis más cantidad sólo hay que respetar la proporción.

En un cazo al fuego añadid el vaso de agua con la cucharadita de sal, disolvedla bien y llevadlo a ebullición.

En un bol colocad el vaso de harina de fuerza en forma de volcán.

Cuando el agua empiece a hervir (no sólo caliente, sino hirviendo, pero sin esperar a que se evapore mucho), echad de golpe el agua sobre la harina y mezclad enérgicamente con un tenedor, hasta que no haya restos de grumos de harina.

Conseguiréis una masa bastante dura.

Colocad esta masa en la churrera y empezad a formar los churros. Yo lo hago sobre un papel de horno, para darles la forma y tamaño que quiera. Los profesionales del churro serán capaces de hacerlos directamente sobre la sartén, pero yo soy churrera amateur.

A continuación podéis congelarlos, dejarlos en el frigo hasta que los vayáis a usar (por ejemplo los dejáis listos por la noche y por la mañana sólo hay que freirlos), o freirlos directamente. A mí como más me han gustado ha sido dejándolos enfriar unas horas en el frigo antes de freir, y con la harina de fuerza de Mercadona, no preguntéis por qué.

A la hora de freirlos, usad un aceite suave (oliva, girasol, según vuestros gustos), calentándolo bien pero sin humear. Por ejemplo, una vez caliente el aceite yo lo pongo al 7 de un total 9 en la inducción. Si los freís en aceite demasiado caliente la masa de dentro se quedará cruda, se inflarán y pueden 'explotar', así que mejor freir a fuego moderado en tandas de pocos churros, y con una tapadera a mano. A mí no me han explotado nunca, y ya llevo unos cuantos, pero se leen cosas por ahí que asustan, así que mejor estar prevenidos.

Vais a ver qué churros tan crujientes. El chocolate lo dejo a vuestra elección. Hay algunos preparados en tetrabrick que son bastante decentes, así que no estoy segura de que merezca la pena complicarse demasiado, que lo que importa es tomárselo con los amigos en una de estas tardes de invierno. ¡Y ya nos pondremos a dieta mañana!

Isa, me ha encantado tu blog, tus recetas, tus noticias, y me encanta la zona en la que vives. ¡Mucha envidia es lo que tengo!

lunes, 19 de enero de 2015

Melva con salsa de tomate

¿Cómo va esa cuesta de Enero? Hay que hacer muchos números, para no vaciar las carteras, y para contar las calorías que no debemos tomar y poder aligerar las cartucheras. En esta ocasión he probado un pescado que no había comprado nunca en fresco: la melva. Yo ví ahí, tan fresquito y brillante, y recordé que su carne es mucho más magra que la del atún... ¡pero es que el precio es casi la cuarta parte! Así que me lo llevé a casa. Me sacaron los filetes en la pescadería, pero yo por mi cuenta además le quité todas las raspas y espinitas, las partes más oscuras de la carne y la piel, y dejé 4 troncos con un aspecto estupendo. El resto os lo cuento aquí abajo. Sólo os adelanto que en lo venidero pienso pasarme a la melva siempre que pueda.



Ingredientes para 4 personas

1 melva de 1 Kg aproximadamente
600 gr de tomate triturado
1 cebolla
1/2 pimiento choricero o pimiento rojo
1 cucharadita de azúcar
Sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra




En primer lugar, una vez que tenía los troncos bien limpios, los metí en agua, para que soltaran la sangre. Toda la familia de los atunes son pescados con mucha sangre, y yo prefiero desangrarlos un poco antes, para que el sabor sea más suave al cocinarlo.

Mientras tanto, trocead la cebolla y el pimiento choricero muy finamente, y rehogadlos con un fondo de buen aceite en una cacerola baja, a fuego suave. 

Cuando la cebolla esté transparente, añadid el tomate triturado, junto con la sal, el azúcar y la pimienta, y la tapadera a mano para que no se ponga perdida toda la cocina, que esto salpica. En invierno yo suelo usar tomate triturado de lata, pero si tenéis buenos tomates naturales, mucho mejor. 

Cocinad suavemente todo junto unos 10 ó 15 minutos, moviendo de vez en cuando para que no se pegue.

Con esto tendréis una salsa de tomate casera estupenda. Como mi intención era que mis niños tomaran un poco, yo pasé la salsa por la batidora, para que no encontraran tropezones, pero eso es opcional.

Por último, añadid al tomate los lomos de melva bien escurridos, cubridlos con un poco de la salsa y cocedlos suavemente durante 8 ó 10 minutos. No más, que este pescado se reseca enseguida. Si se os queda un poco crudo siempre tiene arreglo, pero si os pasáis no.

Y listo. No sabéis el sabor tan suave, el color tan blanco de la melva, y lo satisfecha que yo estaba por hacer un plato tan saludable y tan económico.

lunes, 12 de enero de 2015

Chicharrones especiales de Cádiz

Estas Navidades hemos pasado unos días familiares en Cádiz. Siempre acabamos un poco agotados: pocos días para aprovechar con la familia y ver al máximo de amigos, y no siempre es posible. En esta ocasión quedamos con unos amigos para comer en el mercado de Cádiz. Han montado unas bares especializados en la misma plaza del mercado, y se come estupendamente: tortillas, embutidos, pescados, quesos. Hay mucho que elegir y el entorno tiene mucho encanto. Allí probamos los chicharrones especiales de Chiclana, que no son lo que yo pensaba. Se trata de una carne de panceta cocinada, cortada muy fina y servida con limón y sal gorda. Nos encantó, así que venía yo de vuelta hacia Málaga buscando la receta (tranquilos, yo era la copiloto). Parece que se pueden hacer cocidos en agua o confitados en manteca de cerdo. Por eso de la dieta eterna y el colesterol al límite yo he preferido hacerlos cocidos, pero el resultado es muy bueno. Perfecto para servir con la cervecita, para llevar a la playa cuando llegue el momento, al campo...


Ingredientes

1,200 kg de panceta de cerdo en una pieza
50 ml de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de orégano
5 ó 6 dientes de ajo
2 cucharaditas de pimentón molido
2 vasos de agua para cocerlos
Limón y sal gorda para servirlos




En primer lugar hay que eliminar la capa de piel del trozo de panceta, sin eliminar toda la grasa.

A continuación colocamos la carne en un recipiente amplio, junto con los dientes de ajo con piel machacados, el orégano, el pimentón, un poco de sal y el aceite.

Lo dejaremos macerando unas horas. Por ejemplo, toda la noche, para que tome bien el sabor del aliño.

A continuación, colocamos la carne en la olla rápida, junto con el agua y todo el aliño, cerramos la olla, y los dejamos cocer durante 20 minutos.

Pasado ese tiempo, abrimos la olla y seguimos cocinando a juego suave hasta que el agua se vaya evaporando. Puede tardar una media hora. Como habíamos añadido un poco de aceite y la panceta tiene bastante grasa, al evaporarse el agua, la carne se tostará un poco y quedará dorada y crujiente.

Cuando ya esté dorada, la sacamos a un recipiente y esperamos a que se enfríe. El resultado es parecido a una carne a la sal, y para servirla habrá que cortarla muy fina, como el embutido, y espolvorearla con sal gorda y unas gotas de zumo de limón.

Ya véis, fácil y práctico. Espero que os guste. ¡Cervecita y a disfrutar!