Crujiente de trucha con jamón

Andaba yo un poco desesperada en el supermercado, buscando un pescado para los niños. Y se me ocurrió que tal vez les gustaría unos taquitos de trucha empanados. Así que pedí que me sacaran los lomos de una trucha asalmonada, y me los llevé a casa. Le quité bien las espinas, porque tienen muchas, y uno de los lomos lo usé para empanarlos. Hubo suerte y los niños se lo comieron, así que pienso repetir el invento. Se me ocurrió usar el otro lomo en esta receta. Y tengo que decir que me ha gustado muchísimo, así que pienso volver a hacerla. Incluso puede quedar bien para alguna ocasión especial, y si los tenéis hechos un rato antes, se fríen enseguida.





Ingredientes

Lomos limpios de trucha (sin piel ni espinas)
Lonchas finas de jamón (mejor ibérico, claro)
Láminas de pasta filo
Aceite de oliva para freir






Aseguraos de que no quedan espinas, pasando la yema del dedo índice sobre el centro del lomo de la trucha. Si encontráis alguna, sólo hay que tirar con los dedos o una pinza.

Cortad los lomos de de trucha en tiras de unos 10 centímetros de larga y 0,5 de ancho.

Cortad las lonchas de jamón en tiras similares y enrollar las tiras de trucha con las de jamón.

Cortar la pasta filo en rectángulos de unos 15 cm de ancho por 10 de alto, y envolved la trucha dentro de la pasta filo, humedeciendo los bordes de la pasta para que cierre bien.

Si no lo váis a freir enseguida, mejor colocad los palitos sobre un papel de hornear, ya que la pasta puede pegarse al plato y no quedarían tan bonitos.

En una sartén con abundante aceite caliente id friendo los palitos de trucha. Se hacen enseguida, casi vuelta y vuelta. Sacadlos y escurridlos sobre papel absorbente. Servid enseguida.